La exploración de 3 estaciones históricas abandonadas
La historia de 3 impresionantes estaciones de tren abandonadas a su suerte durante años.
Fotografía: Michigan Central Depot. Chris Smith
La Estación Central de Michigan es un imponente edificio de 70 metros de altura y 46.000 metros cuadrados y era la estación de ferrocarril más alta del mundo en el momento de su construcción en 1913. Se encuentra en el distrito Corktown lejos del casco urbano de Detroit con la esperanza de que fuera un motor para el desarrollo de la zona. El edificio de estilo Beaux-Arts fue diseñado por Warren Wetmore y Reed and Stem con un precio de construcción de 15 millones de dólares de la época y se compone de dos partes bien diferenciadas: la estación de tren en sí y un edificio de 18 pisos diseñado originalmente para incluir un hotel y las oficinas de la compañía ferroviaria pero que finalmente solo fue utilizado como oficina y los pisos superiores ni siquiera fueron completamente amueblados.
Fotografía: Visión frontal de la Estación Central de Michigan. Detroit Derek Photography
Más de cuatro mil pasajeros utilizaban cada día la estación y cerca de tres mil empleados trabajaban en sus oficinas. Algunas de las personas mas influyentes de la época transitaron por aquí, como los presidentes norteamericanos Herbert Hoover, Harry S. Truman y Franklin D. Roosevelt, el actor Charlie Chaplin o el inventor Thomas Edison. El tráfico de la estación comenzó a declinar debido a los efectos de la grave crisis durante la Gran Depresión y por la inexistencia de los medios de estacionamiento adecuados para el creciente tráfico de automóviles. Durante la Segunda Guerra Mundial la estación revivió al ser utilizada también para el transporte de material militar pesado pero una vez terminada la guerra el volumen de pasajeros volvió a decaer. El servicio se redujo y el tráfico de pasajeros llegó a ser tan bajo que los propietarios de la estación trataron de venderla por 5 millones de dólares en 1956, un tercio de su costo de construcción original en 1913. Finalmente el 6 de enero de 1988 el último tren se alejó de la estación después de que se decidiera cerrar el centro. El edificio forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos de EEUU desde 1975.
Fotografía: La lluvia se cuela en el interior de la Estación Central de Michigan. Shane Gorski
El edificio ha aparecido en muchas escenas de conocidas películas entre las que destacan «Four Brothers» que comienza con el personaje principal conduciendo su automóvil a lo largo de la parte frontal de la Estación Central o «Transformers», dirigida por Michael Bay en el año 2006, que también contiene varias escenas donde aparece el edificio. También aparece en la película sobre Eminen «8 Mile» y en el videoclip de la canción «Beautiful».
Vídeo: Estación Central de Michigan filmada con un dron.
Fotografía: Terminal Central de Búfalo. Scallop Holden
A principios del siglo XX la ciudad de Búfalo contaba con dos estaciones de tren de la red ferroviaria del estado de Nueva York ambas construidas antes de la Guerra Civil Americana, obsoletas y muy congestionadas. En el año 1925 se decidió construir una nueva estación, la Terminal Central de Búfalo, para descongestionar las ya existentes y mejorar el tráfico ferroviario, a 4 kilómetros del centro urbano de la ciudad. La Terminal Central fue diseñada por los arquitectos Fellheimer y Wagner en estilo Art Deco y su construcción terminó en el año 1929 con un coste de 14 millones de dólares. A su inauguración asistieron 2.200 invitados y el servicio regular comenzó al día siguiente, el 23 de junio de 1929.
Fotografía: Entrada principal de la Terminal Central de Búfalo. Andre Govia
El complejo se compone de varias estructuras con una torre de oficinas de 15 pisos, sin incluir la planta baja y el entresuelo. La Terminal parecía demasiado grande desde el principio aunque comenzó con un tráfico de 200 trenes diarios y solo ver el vestíbulo principal ya impresiona por sus enormes dimensiones, con 69 metros de largo, 21 metros de ancho y casi 18 metros de altura. El complejo contaba con su propia planta de energía que abastecía de electricidad a la estación hasta que quedó fuera de servicio a mediados de 1980.
Fotografía: En el interior de la estación Terminal Central de Búfalo. Andre Govia
El tráfico de la estación se vio afectado casi desde sus inicios ya que la Gran Depresión comenzó menos de un año después de su construcción y el aumento en el uso del automóvil disminuyó en parte la demanda de servicios ferroviarios, no obstante la estación funcionaba con normalidad. Durante la Segunda Guerra Mundial hubo un estallido de actividad con un tráfico medio de 152 trenes diarios en 1944. Después de la guerra la estación entró en decadencia por lo que se puso a la venta por un millón de dólares en el año 1956 pero nadie aceptó la oferta. En 1961 se decide eliminar el servicio de trenes a Niagara Falls y en 1966, debido a la continua disminución en los ingresos por el bajo volumen de pasajeros, se procede a la demolición de varias partes del complejo para ahorrar impuestos. El último tren partió de la terminal el 28 de octubre de 1979 y una vez cerrado el tráfico de pasajeros el edificio fue adquirido por Anthony Fedele y Galesi Realty por la irrisoria cantidad de 75000 dólares. Fedele utilizó el edificio para una variedad de propósitos incluyendo eventos de gala, bodas, campeonatos de hockey o exposiciones de arte. Anthony Fedele estaba tan enamorado de la construcción que se construyó un apartamento y se fue a vivir al interior de la Terminal.
Fotografía: Plataformas de las vías, Terminal Central de Búfalo. Timothy Neesam
Anthony Fedele entra en bancarrota en 1986 y el Tribunal de Quiebras de EEUU ordena la ejecución hipotecaria. La Terminal Central fue puesta a subasta y adjudicada al único postor, Thomas Telesco, por 100.000 dólares. Telesco comenzó el proceso de venta de los objetos arquitectónicos y cualquier otro artículo de valor del complejo. La Terminal sufrió numerosos daños y se vendieron hasta las barandillas de hierro de las escaleras. Además este período fue de gran decadencia para la Terminal ya que el edificio no estaba asegurado y el vandalismo era muy extenso. Lo único que parece salvó al edificio de su completa destrucción fue el hecho de que la demolición hubiera sido demasiado cara. En respuesta a las quejas de los que abogaban por la conservación del complejo, sus propietarios respondieron: «Si ustedes piensan que pueden conservar las instalaciones y hacer un buen trabajo nosotros estamos dispuestos a venderles el complejo por un dólar». En respuesta al desafío, la «Central Terminal Restoration Corporation», una organización de voluntarios sin ánimo de lucro, compró el edificio en agosto de 1997 por el precio simbólico de 1 dólar y la subrogación de aproximadamente 70.000 dólares en impuestos atrasados. El CTRC volvió a encender los relojes exteriores de la torre el 1 de octubre de 1999. En el año 2003 consiguieron reabrir el edificio para visitas públicas y desde ese año más de 90.000 personas han visitado el complejo. La Terminal Central de Búfalo está inscrita en el Registro Nacional de Lugares Históricos de EEUU desde 1984.
Vídeo: Buffalo Central Terminal, Steadicam Tour of Main Concourse.
La estación aparece en un episodio de la serie de televisión «Route 66» de 1960. También se ruedan en ella escenas para varias películas entre las que se encuentran «Best Friends» de 1982, «The Natural» en 1983 o Vamping rodada también en 1983 así como el vídeo musical «The Frail» que se rodó íntegramente en su interior. Los investigadores de lo paranormal, The Atlantic Paranormal Society (TAPS), visitaron la terminal durante una semana en junio de 2008 para rodar el episodio 417 de la serie de televisión «Ghost Hunters» y también apareció en el especial Ghost Hunters Live Halloween, el 31 de octubre de 2010. En noviembre de 2005 Red Scream Films rodó su primer largometraje «Prison of the Psychotic Damned» en la estación y todas las ganancias fueron destinadas a beneficio de la CTRC.
Fotografía: Estación de Canfranc. Eduard Ballestero
La impresionante Estación Internacional de Canfranc fue la estación de ferrocarril más grande de España en el momento de su construcción. Está situada en la provincia de Huesca cerca de la frontera con Francia y fue construida como parte del proyecto de crear un paso fronterizo entre Francia y España atravesando los Pirineos por el puerto de montaña de Somport mediante un túnel ferroviario. En el año 1915 finalizan las obras del tunel y en 1923 se inicia la construcción de la estación, diseñada por el ingeniero Ramírez de Dampierre. Finalmente el 18 de julio de 1928 la estación es inaugurada oficialmente en presencia del rey de España, Alfonso XIII, y del presidente de la República Francesa, Gaston Doumergue.
Fotografía: La naturaleza se apodera de las vías en la Estación de Canfranc. Agour Agour
El edificio de planta alargada y estructura simétrica impresiona con sus 241 metros de longitud, sus fachadas terminadas en hormigón y las cubiertas de pizarra. El interior es muy luminoso y destaca su vestíbulo central cubierto con una gran cúpula de fundición. La primera planta de la estación se encuentra abierta por los frentes oriental y occidental con 75 puertas en cada uno de ellos a los andenes, que están cubiertos por una marquesina sobre columnas y pilares metálicos.
Fotografía: Taquillas en el vestíbulo de la Estación de Canfranc. Urban Travel
En 1931 el edificio sufrió graves daños debido a un incendio iniciado en el vestíbulo que se propagó a la biblioteca destruyendo a su paso también el restaurante de la estación y afectando a las vigas de madera de varias partes del tejado. Durante la Guerra Civil la estación fue tomada por el ejército que tapió el túnel que la unía con Francia para evitar cualquier tipo de penetración hostil. Después de la guerra la aduana internacional fue reabierta y en los años 1942 y 1943 vivió una actividad que jamás volvió a recuperar hasta su cierre definitivo en 1970. Según los documentos de Canfranc durante la Segunda Guerra Mundial llegaran a pasar 1.200 toneladas de mercancías mensuales en la ruta Alemania-Suiza-España-Portugal, entre las que se encontraban 86 toneladas del oro nazi robado a los judíos. Alemania controló la aduana internacional de Canfranc durante la Segunda Guerra Mundial con un grupo de oficiales de la Gestapo que residían en el hotel de la estación. España no estaba en guerra pero colaboró con Alemania enviando toneladas de volframio de las minas gallegas, un mineral fundamental para blindar sus tanques y cañones. A cambio de esa ayuda estratégica España recibió al menos 12 toneladas de oro y 4 de opio, en tanto que a Portugal llegaron 74 toneladas de oro, 4 de plata, 44 de armamento, 10 de relojes y otros enseres producto del expolio a los judíos. Este volframio todavía se puede encontrar tirado entre las vías muertas de la estación de Canfranc. El 27 de marzo de 1970 se cerró definitivamente el tráfico internacional al derrumbarse el puente de L’Estanguet como consecuencia del descarrilamiento de un tren de mercancías francés y la estación quedó en su mayor parte abandonada. Los trenes de Media Distancia operados por Renfe son los únicos que se detienen en la estación.
Fotografía: Andén de la Estación de Canfranc. Manel Escalada
Hasta el año 2005 la estación permaneció sin vigilancia y los destrozos fueron considerables pero en ese mismo año se aprobó un proyecto de rehabilitación y se destinaron cerca de 2 millones de euros para la restauración del edificio. Se realizaron labores de limpieza, saneamiento y desescombro, se restauró la cubierta, la fachada de la estación y también reforzaron la estructura de hormigón pero cuando se acabó el dinero las obras se paralizaron. El 25 de Abril de 2012 el consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes del Gobierno de Aragón, Rafael Fernández de Alarcón, declaró que la estación de Canfranc se podría visitar en el año 2014 y que en el futuro se destinaría la infraestructura para usos hoteleros, educativos, comerciales y culturales. La Estación Internacional de Canfranc ha sido declarada Bien de Interés Cultural y está catalogada como Monumento Nacional desde el 6 de marzo de 2002.
Vídeo: Canfranc Hoy, emitido por Aragón Televisión.
En la Estación se han rodado numerosas grabaciones cinematográficas y televisivas. Según Wikipedia varias escenas de la película Doctor Zhivago de 1965 se rodaron en Canfranc aunque existen serias dudas respecto al rodaje de Doctor Zhivago en la estación y Fernando Sánchez Morales, actual alcalde de Canfranc, afirmó para El Heraldo del 29 de junio de 2012 que «ni siquiera aquí se sabe a ciencia cierta. He oído de todo. Unos dicen que sí, que les suena; otros que no..». Sin embargo para el catedrático de Historia del Cine Agustín Sánchez Vidal no parece probable que se hiciera en Canfranc «pero tampoco es un asunto sobre el que haya investigado. Lo que sí te puedo asegurar es el rodaje en la parte de Soria» aclara.
El anuncio de la lotería de Navidad del año 2000 también se rodó en la estación y el escritor murciano Esteban Navarro Soriano se inspira en la Estación Internacional para escribir su novela «Lodo Mágico» en el año 2012.